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1. |
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Por el daño que me hiciera tu mirada
Yo ya no puedo vivir más, nena divina.
Si hasta toda mi familia preocupada
Ha ido a consultar una adivina.
Ya nadie puede curar mi metedura
Vivo muy triste y mi guitarra ya no canta
Hago fuerzas pa' dormirme, más el sueño
Está metido con vos y se me pianta.
Es tu pinta bacana
Que me tiene así.
Cómo me has engrupido
Que has hecho, nena, de mí
Si no tenés compasión
Pa' curar mi metedura
Podes estar bien segura
Que voy derecho al cajón.
El día que te miré
Me bastó pa' convencerme
Que tu cariño y la muerte
Juegan conmigo a la vez.
Todo el barrio del caso se ha enterado
Y no salgo, pues me quema el corazón
Cada vez que algún vecino interesado
Me pregunta cómo va mi metejón.
Ya nadie puede curar mi metedura
Vivo muy triste y mi guitarra ya no canta
Hago fuerzas pa' dormirme, mas el sueño
Está metido con vos y se me pianta.
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2. |
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Destino de trinchetas, de suelas y semillas,
al pie de la banquilla en el viejo galpón,
el golpe del martillo cantaba tempranero
pa' darnos el puchero, mi viejo el remendón.
Poniendo sus remiendos de penas sobre penas
Que, como una condena, la vieja le dejó
y que al abandonarnos en ese trance amargo
mi abuela se hizo cargo de mi hermanito y yo.
La abuela
de cabellera rojiza,
una tanita petisa, de Murano.
¡Pobre!
siempre peleando al destino
por los queridos bambinos
de su hijo el artesano.
¡Y ahora,
cuánto, cuánto hubiera dado
por tenerlos a mi lado, a la nona
y a mi viejo el remendón!
La tinta de sus manos, la suela y el cuchillo
y el canto del martillo fueron su confesión;
no sé si tuvo tiempo de conocer la vida,
por darnos la comida a soledad y galpón.
Y vi que, poco a poco, los años, la banquilla,
doblaron sus rodillas sin mendigar perdón;
y así se fue del mundo llevándose grabado
su sueño destrozado, mi viejo el remendón.
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3. |
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4. |
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La vi llegar...
¡Caricia de su mano breve!
La vi llegar...
¡Alondra que azotó la nieve!
Tu amor -pude decirle- se funde en el misterio
de un tango acariciante que gime por los dos.
Y el bandoneón
-¡rezongo amargo en el olvido!-
lloró su voz,
que se quebró en la densa bruma.
Y en la desesperanza,
tan cruel como ninguna,
la vi partir sin la palabra del adiós.
Era mi mundo de ilusión...
Lo supo el corazón,
que aún recuerda siempre su extravío?.
Era mi mundo de ilusión
y se perdió de mí,
sumándome en la sombra del dolor.
Hay un fantasma en la noche interminable.
Hay un fantasma que ronda en mi silencio.
Es el recuerdo de su voz,
latir de su canción,
la noche de su olvido y su rencor.
La vi llegar...
¡Murmullo de su paso leve!
La vi llegar...
¡Aurora que borró la nieve!
Perdido en la tiniebla, mi paso vacilante
la busca en mi terrible carnino de dolor.
Y el bandoneón
dice su nombre en su gemido,
con esa voz
que la llamó desde el olvido.
Y en este desencanto brutal que me condena
la vi partir, sin la palabra del adiós...
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5. |
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Milonga de corralón,
de Puente Alsina a La Boca,
de Puente Alsina a La Boca.
Cuando desato mi chata
se me hace silbo en la boca.
Milonga de corralón,
milonga, siempre milonga.
Cuando un gris de chaparrón
me alarga mucho las horas,
me alarga mucho las horas.
¡Y se me acopla a la fiesta
la dicha de mi patrona!
Milonga de corralón,
milonga, siempre milonga.
Por carrero y pobretón
me arreglo con cuatro cosas,
me arreglo con cuatro cosas.
Y este ritmo cuarteador
que anda pegado a mi sombra...
Milonga de corralón,
milonga, siempre milonga.
Porteño de corazón,
tu cadencia me enamora
tu cadencia me enamora
pa’ bailarte hasta que aclare
siempre me sobran las mozas......
Milonga de corralón,
milonga, siempre milonga.
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6. |
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released December 17, 2016
Grabación: Gonzalo Manco, Sam Nacht. Estudio "Libres".
Orquesta típica Villa Urquiza:
Piano: Cecilia Bienati. Contrabajo: Leandro Rudak. Bandoneones: Maximiliano Mango, Nicolas Avila, Nehuen Lassus, Gonzalo Santos. Violines: Fernando Villarruel, Alan Macedonio, Bernat Rebés, Nacho Choroszczucha. Violoncello: Tamara Abraham. Viola: Diego Fagalde. Voz: Martín Prestía.